
Este 29D salimos a las calles nuevamente para defender nuestro derecho al aborto, derecho que es reclamado por amplios sectores de la sociedad. Ya en 2018 quedó claro que tiene apoyo popular y que si no se consiguió en esa oportunidad fue porque el sistema representativo no es realmente democrático y les senadores no representan los intereses de las mayorías, sino que responden a las presiones de las iglesias y sectores antiderechos. Hoy estamos más cerca que nunca de conquistar la legalización del aborto: del aborto voluntario hasta la semana 14 y del aborto por causales (por peligro para la salud o violación) luego de ese plazo. Sabemos que llegamos a este momento por la lucha persistente desde hace décadas del movimiento feminista, lucha que se materializó desde 2005 en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y por la enorme marea verde que fue creciendo e inundó las calles de ciudades y pueblos, mesas familiares, aulas, espacios de trabajo… que traspasó las fronteras nacionales e hizo del pañuelo verde un símbolo internacional de la lucha por el derecho aborto.
Sabemos que si hoy ganamos, si logramos la Ley, se lo debemos a esta lucha popular, pero sabemos también que con la ley no alcanza. Hoy no se vota el proyecto de la Campaña, que fue el resultado de discusiones democráticas, de la construcción participativa y de la experiencia de años de socorrismo entre nosotras y nosotres. Lo que se vota es un dictamen con muchas limitaciones impuestas a espaldas de décadas de organización por abajo: con el supuesto derecho a la “objeción de conciencia” que no es más que una herramienta de obstaculización de quienes pretenden imponer sus convicciones a todas las demás; con la penalización a quienes decidan abortar después de la semana 14 y supuestamente no “entren” en las causales (de peligro para la salud o violación); con poca claridad del respeto a la autonomía de les adolescentes.
Si el Senado rechaza la ley, tendremos que seguir la lucha hasta conseguirla. Si es Ley, vamos a seguir organizándonos para que se cumpla el derecho al acceso al aborto en cada rincón del país, y porque no se penalice a nadie por decidir sobre su cuerpo. Desde las organizaciones barriales, los centros de estudiantes, los lugares de trabajo, con la experiencia de la Red de Profesionales, de las diversas experiencias de acompañamiento y socorrismo, tenemos que seguir construyendo redes feministas. ¡Por aborto legal sin objeción de conciencia!¡Aborto legal, libre y gratuito!MARABUNTA – Corriente Social y Política