Buscan privatizar el espacio público y aumentar la represión. Llamamos a organizarnos contra el Código Represivo de Garro

El Intendente de La Plata, Julio Garro, continúa su avanzada represiva y discriminatoria en la ciudad de las diagonales. Hace unas semanas, en plena pandemia mundial, volvió a reflotar su intención de reformar el actual Código Contravencional por un nuevo “Código de Convivencia” que de convivencia no tiene nada: refuerza la represión policial y moral y favorece a los grupos especuladores de la región. En medio de la persecución a la comunidad senegalesa y al activismo cultural y de derechos humanos, surge una pregunta: La Plata, ¿una ciudad para quién?
Hace dos años, Garro presentó este mismo proyecto, cuyo avance fue frustrado luego de una masiva movilización en la calle, impulsada por un espacio amplio que reunió a numerosos sectores afectados por este código: organizaciones sociales, políticas, espacios de derechos humanos, de migrantes, de trabajadoras sexuales, del arte callejero, vendedores ambulantes, cooperativistas y sindicatos. Ahora, con una pandemia mundial en curso, un déficit habitacional en aumento y muchísimos trabajadorxs sin empleo ni posibilidad de ver satisfechos sus derechos mínimos ni los de su familia, vuelve a arremeter con un proyecto que tiene como objetivo limpiar el espacio público de todo lo que no sea funcional a los negocios de la intendencia.
Es conocida la saña del actual intendente de La Plata, representante de Juntos por el Cambio en esta ciudad, por las trabajadoras sexuales que trabajan en la actual zona roja. En particular, con las travestis. En una entrevista radial durante el 2015 razonó, dejando al descubierto todo su transodio: “No se me ocurre darle trabajo a un travesti -sic- cuando hay madres y padres con hijos que tienen hambre; es una locura”. No contento con tal mensaje de odio, ahora va por todo: busca eliminar la protesta social, prohibir el trabajo ambulante, sexual, de recicladores y cartoneres y todo trabajo que se realice de forma autogestionada en la vía pública. Adiós a los panes rellenos en la facultad o la ensalada de frutas de 7 y 50 en el caluroso verano platense.
Queremos que quede claro: el contenido del codigo de (in) convivencia es sumamente reaccionario, machista, clasista y xenófobo. Busca privatizar los espacios públicos y el acceso a la cultura. Busca invisibilizar la otredad y castigar su existencia. Busca culpabilizar y expulsar a quienes intentan sobrevivir con una changa. Coartando derechos y libertades conquistados y reconocidos por el ordenamiento básico en un Estado de Derecho. Llamamos a organizarnos ¡NO AL CÓDIGO REPRESIVO! Lo que está en juego es el uso del espacio público, pretendiendo anular la acción social que se despliega en el mismo, históricamente. Quieren apagar el conflicto social a fuerza de multas, palos y cárcel, en vez de propiciar políticas que generen empleo digno, salud, educación, vivienda y esparcimiento para todes.
No somos ingenues: esta avanzada represiva de Garro no se da en el aire. La política del Gobierno nacional y provincial que comanda el Frente de Todos viene siendo absolutamente funcional al avance represivo. No sólo por haberle dado un aumento del 19% a la policía mientras el resto de les trabajadores del Estado tienen que vivir con sueldos de miseria, sino también por haber propiciado un violento desalojo en Guernica encabezado por el Ministro de Seguridad, Sergio Berni, meses después de la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro. La grieta se cierra con represión y ajuste para les pobres; la grieta se cierra con pistolas TÁSER.

Los chetos no tienen códigos
La concepción higienista con la que fue fundada la ciudad de La Plata se evidencia en esta nueva arremetida conjunta de Garro, los especuladores inmobiliarios, la vecinocracia transodiante y los empresarios de la noche. No solo pretende limpiar la ciudad de pobres y mostris disidentes, sino que pretende hacernos creer que nos falta convivencia. El movimiento cultural pujante que le da vida a la ciudad es una muestra clarísima de que, en realidad, hay un modelo de ciudad en el que no encajamos. Lxs que no tienen códigos son lxs chetxs.
¿Saben a quiénes les falta “convivencia”? A las inmobiliarias que nos arrancan la cabeza todos los meses y que junto a los poderes políticos de turno, promueven la gentrificación de nuestra ciudad; a los empresarios del sector gastronómico que precarizan a les trabajadores; a las empresas constructoras y dueños de los countrys que se emplazan sobre humedales y nos inundan! mientras revientan la biodiversidad; a les funcionaries del Estado que propician la falta de política de vivienda y de políticas de empleo digno; a la yuta que nos persigue sistemáticamente; a la vecinocracia que se estimula mirando detrás de sus ventanas con rejas y juzga nuestras formas de vivir y habitar el mundo, ansiosa por marcar “911”. A elles hay que pedirles convivencia.
Los códigos contravencionales, como el código de faltas aún vigente en la Provincia, sirven al poder de turno para reprimir discrecionalmente a los sectores más postergados y a los sectores en lucha. No tienen otro rol que ese. Así como nos oponemos a este código, nos oponemos al vigente en el ámbito municipal y provincial y reclamamos su derogación.

¿Y nosotres qué? ¿Cómo queremos convivir?
Queremos un sistema de cloacas efectivo, limpieza sistemática para prevenir y erradicar el dengue en la ciudad, centros de salud abastecidos, con profesionales suficientes y bien pagos, jardines municipales para nuestres niñes, una dirección de políticas de género efectiva! y que acompañe a las mujeres, lesbianas, maricas, trans y travestis que sufren violencia. Queremos trabajo digno en las dependencias municipales, oportunidades laborales sin importar dónde nacimos o el color de nuestra piel, que el bondi llegue a todos nuestros barrios y …tantas cosas más!
Pero, como sabemos que nada de eso va a venir del Estado como un regalo de navidad, nosotres promovemos la construcción de lazos solidarios y de poder popular. Esta pandemia nos encontró encarando una campaña de donaciones para tres sectores afectadxs por este código y por las políticas del Municipio: las compañeras trans y travestis, la comunidad senegalesa y las manteras de Plaza San Martín. Así nos gusta vivir: juntes, compartiendo solidariamente nuestras vidas, con dignidad y con compañerismo, bailando al ritmo de los tambores en cada carnaval de barrio sin que caiga Control Urbano para arruinar nuestras fiestas.
Es urgente organizarnos para ganarnos el derecho a vivir en esta ciudad. Es urgente decirles que NO PASARÁN.
ABAJO EL CÓDIGO REPRESIVO DE GARRO
BASTA DE REPRESIÓN Y POLÍTICAS DE AJUSTE. BASTA DE RACISMO
BASTA DE BASURALES. ABAJO EL NEGOCIO INMOBILIARIO
NI GENTE SIN CASAS NI CASAS SIN GENTE
¡FUERA BERNI!

