Nuestras tareas en la coyuntura actual. Documento político de la Corriente Social y Política Marabunta

MARABUNTA ★ Corriente Social y Política

Nuestro sueño tiene una estrella Desde CAUCE CEN, Desde el Fuego, Frente Arde Rojo, Tierra para Vivir, La Ciega y militantes territoriales y sindicales, hemos decidido dar un paso más en la unidad y conformar una corriente social y política. Esta decisión se asienta sobre las bases de la práctica común que hemos construído durante estos años, en el marco del hoy Frente Social y Político La Brecha. Esta nueva Corriente, nos encuentra a compañerxs de las regionales La Plata, Córdoba, Mendoza, Comahue (Neuquén y Río Negro), Tucumán, CABA, GBA Zona Sur, GBA Zona Oeste y GBA Zona Norte clarificando nuestros horizontes estratégicos, que nos permitirán intervenir de forma más potente en la actual coyuntura política.

A la vez, pondremos todos nuestros esfuerzos en la confluencia con toda la Nueva Izquierda para construir juntxs una alternativa política desde las bases. Un proyecto político donde la construcción de poder popular, desde una perspectiva ecosocialista y feminista, avance hacia nuestra emancipación en tanto clase trabajadora.Venimos recorriendo caminos cargados de luchas.

Fuimos construyendo experiencias en las facultades, en los barrios, en nuestros lugares de trabajo, en el ámbito de la cultura, en el plano de la comunicación, de los derechos humanos y las defensas populares, en el movimiento de géneros y disidencias, en la disputa por un hábitat digno.

Nos fuimos encontrando en la calle, hermanadxs, juntxs y rebeldes, comprendiendo que nos fortalece una mirada integral y multisectorial de las luchas, que supere y nutra las organizaciones propias de cada sector. Este enfoque, además, recupera lo mejor de las tendencias del pueblo en lucha y organizado, en la larga historia de nuestra clase, en abierta disputa contra el capital, el heteropatriarcado y el saqueo.

“Cambiemos” ajuste por lucha y organización

El panorama político actual presenta grandes desafíos. Hoy gobierna una derecha neoliberal que avanza no sólo a nivel nacional sino que se propaga por lo ancho y largo de Nuestramérica y el mundo, asentada en las limitaciones y fracasos de los gobiernos progresistas de la región. En este contexto de crisis prolongada, la receta de ajuste es conocida y también su inviabilidad. Desde esas derechas buscan acotar la intervención estatal en la economía, privatizando servicios públicos, bajando o eliminando impuestos a los que más tienen, “blanqueando” años de actividades ilegales y de contrataciones precarizadas, etc.

En fin: promoviendo que el mercado imponga su lógica sobre la actividad productiva y la sociedad toda.Con el objetivo de reducir el déficit fiscal, estas derechas de todo el continente recurren a reducir la intervención social del estado ante las desigualdades que el propio capitalismo reproduce sin cesar. También las jubilaciones, la salud pública, la cultura y los espacios públicos, la educación gratuita y universitaria, son atacadas con una renovada lógica de mercantilización. Incluso derechos laborales básicos consagrados en los convenios colectivos son cuestionados con la supuesta lógica de la productividad, como si dependiera del esfuerzo individual de lxs laburantes y no de las inversiones empresarias.

Los beneficiados son sistemáticamente los mismos grandes grupos económicos que ocupan con sus CEOs directamente puestos de gestión en el estado y les garantizan a sus empresas amigas enormes transferencias de recursos.

Las consecuencias sobre las condiciones de vida de lxs trabajadorxs y en particular sobre las migrantes, pueblos originarios, mujeres, lesbianas, trans y travestis de nuestra clase son de mayor precarización, recrudecimiento de la violencia patriarcal y represión. Ese esquema represivo incluye una relectura de la historia que busca criminalizar la militancia política y volver a la “teoría de los dos demonios” ante el genocidio, las desapariciones y tortura de personas, el robo de niñxs, etc., por parte de la última dictadura militar. Se pretende mandar a la casa a los pocos milicos encarcelados, relegitimar a las fuerzas armadas y hacer crecer el aparato policial en las provincias e incluso municipios. Mientras, se estigmatiza a la juventud, la pobreza, lxs migrantes, como culpables de la inseguridad con la que lucran mafiosamente desde las “fuerzas de seguridad”.

Ante esta ofensiva tan dura que empeora nuestras condiciones de vida y nuestras conquistas políticas y simbólicas, la unidad es más necesaria que nunca. Tiene como tarea de primer orden combatir este modelo de acumulación que los de arriba pretenden imponer.

Juntxs, pero no revueltxs: Unidad en la acción reivindicativa, con delimitación política

La resistencia al gobierno de Cambiemos la tenemos que encarar con una fuerte pelea por conquistas defensivas concretas, priorizando la unidad en la acción y no la delimitación política constante. Es decir, no debe haber dudas respecto a la necesidad de la construcción amplia de unidad para luchas reivindicativas puntuales. Las identidades, visiones estratégicas o simpatías políticas no pueden ser una limitación para desarrollar procesos de organización y lucha que nos lleven a victorias parciales, más aún si tienen inserción real y surgen desde las bases, en espacios asamblearios.
La necesaria unidad para resistir el ajuste no implica que resignemos la crítica política a otras corrientes, en particular la centro izquierda, el progresismo y el kirchnerismo.

Nos planteamos proponer un debate a quienes hoy en día se identifican con referentes o fuerzas de ese espectro, sobre las que vemos limitaciones para generar las transformaciones de raíz que anhelamos.Consideramos que el kirchnerismo no está (ni pretende estar) a la altura de encabezar una resistencia sostenida y consecuente a los planes del macrismo. Sumido en una crisis de representación irresuelta aún entre su dirigencia, este espacio prioriza las internas del PJ para volver a tomar las riendas del Estado.

En ese camino, están dispuestos a hacer más regresivo su programa y su discurso, incorporando a personajes nefastos a su armado político electoral y disputando la benevolencia hacia el empresariado y la criminalización de la pobreza y la juventud. A su vez, no se realiza autocrítica alguna sobre el modelo extractivista que han desarrollado, profundizando el saqueo de nuestro territorio y poblaciones; ni tampoco sobre el apoyo a los burócratas sindicales más nefastos, sólo por citar algunos ejemplos.

Por su parte, las organizaciones de centroizquierda, intentan renovar la vieja fórmula de un “capitalismo con rostro humano” (que de humano no tiene nada), y terminan quedando a merced del PJ y la iglesia de Bergoglio, en ese plan.

Una discusión de fondo

Mientras desarrollamos la unidad de acción para enfrentar los ataques del macrismo, queremos dar la discusión sobre la orientación estratégica de aquellas otras alternativas que mencionamos. Para derrotar definitivamente al macrismo y su programa de pobreza y ajuste, necesitamos dar un salto más allá de los límites recurrentes del capitalismo y sus reformas. Creemos que es posible, organizando la resistencia de masas con participación desde abajo, conformando una fuerza social que no se subordine a los vaivenes del Estado, articulando las luchas sectoriales con la disputa política general.

Es la propuesta de una transformación de fondo de las bases de esta sociedad, en un horizonte feminista y ecosocialista.

El protagonismo del movimiento sindical de trabajadorxs ocupadxs, precarizadxs y desocupadxs, del movimiento de mujeres, del movimiento feminista y disidente, el movimiento estudiantil, las comunidades y organizaciones que se plantan frente el deterioro ambiental, son expresión, con sus matices e incluso con las diferencias también estratégicas a su interior, de esta fuerza potencial transformadora.

Por eso, apostamos a consolidar la independencia política de nuestra clase en sus múltiples ámbitos de vida social, así como a construir nuevas formas de democracia directa y participativa.

Redoblamos la denuncia y crítica hacia estructuras punteriles y patriarcales (en particular hacia la Iglesia Católica y el Estado) y nos lanzamos a la construcción de alianzas desde una nueva cultura militante. Con esa orientación vamos en el camino de forjar una alternativa social y política que dispute integralmente el proyecto hegemónico de la derecha, un nuevo poder popular que pueda tomar en sus propias manos el hermoso proyecto de transformar esta sociedad, de cambiar todo lo que deba ser cambiado.

Una nueva izquierda que nos contiene y aporta

Como Corriente Social y Política MARABUNTA, somos parte del Frente Social y Político La Brecha. Desde esta experiencia unitaria y de lucha, nos fuimos encontrando y acercando para intervenir en esta coyuntura política adversa. Reconocemos en nuestro andar la hermandad directa con las demás organizaciones que son parte de aquel espacio. A su vez, también sentimos que la construcción de poder popular orienta las experiencias de muchas otras organizaciones muy cercanas con quienes construimos espacios de unidad como la Campaña contra la Violencias hacia las Mujeres, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas, las coordinaciones piqueteras, la Red Nacional de Medios Alternativos, ATE desde Abajo y la Victor Choque, la Corriente Nacional Docente Enriqueta Lucero, la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha, la Red Socioambiental de La Plata, Berisso y Ensenada, el Encuentro Socioambiental de Buenos Aires y muchas otras articulaciones sectoriales y regionales.

Creemos que estas articulaciones son muy importantes y que van sentando las bases para poder expresar una identidad de nueva izquierda diversa, ecosocialista y feminista disidente.Una nueva izquierda que no se encuentra sola en las tareas de construir fuerzas contra el Capital, el Estado, la Iglesia reaccionaria y la burocracia, sino que tiene por aliadas a otras corrientes de izquierda que también expresan desde sus propias definiciones la búsqueda de construir otra sociedad.A nivel electoral, y a pesar de sostener diferencias en muchos aspectos, discursos y prácticas, entendemos que quienes expresan esa posición anticapitalista que sostenemos es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (y trabajadoras). A su vez, apostamos a que puedan confluir en el mismo otros armados en los que se encuentran compañerxs de la lucha sostenida y cotidiana por un mundo más justo, como la Corriente de Izquierda por el Poder Popular, Pueblo en Marcha y Autodeterminación y Libertad.

Por más fuerza y unidad del campo popular: sumate, sumemos

Venimos prefigurando otra sociedad, sin oprimidxs ni explotadxs. Venimos construyendo un proyecto de izquierda desde abajo que se propone aportar a la transformación de raíz de esta sociedad capitalista y heteropatriarcal. Nacimos al calor del 2001 y retomamos las banderas de lxs 30.000 y de todxs aquellxs que a lo largo de la historia -en Argentina, en nuestra América Latina y en el mundo-, batallaron duro contra quienes nos quieren dóciles.

Avanzamos con la firme convicción de apostar a construir una herramienta de unidad -feminista, desde abajo y a la izquierda-, que nos permita salir a la calle a derrotar a aquellxs que pretenden alejarnos de esa sociedad que tanto anhelamos.Invitamos a todxs lxs que quieran participar activamente de esta herramienta, y a otras fuerzas a afinar y potenciar las coordinaciones que sostenemos, en este camino revolucionario donde sólo el pueblo salvará al pueblo.